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(9 julio 2007)

Aprovechando que terminas la carrera, ya sabes, ahora tienes unos ratitos libres antes de incorporarte al mundo laboral altamente productivo. Un día, te das cuenta que esas largas jornadas haciendo tésis han dejado en ti una enorme falta del conocimiento de la cartelera de cine contemporáneo; te aterrorizas y comienzas a sentir que una parte de las actividades que más gozas se te escapa de los dedos. ¿Qué haces?
¡Comienza la faena! En menos de una semana te dispones a tratar de recuperar el tiempo. Corres a Casa de Arte y/o a la Cineteca a buscar opciones viables para tus disfrutes temporales. Capó en mano, compras tu primer boleto:

1. PARIS JE T'AIME
Probablemente la más comercial de todas ellas. 18 historias entretejidas con un motor de acción común: l'amour. Al tener una variedad de directores, actores, historias y hasta escenarios, es poco probable que no encuentres algún factor de identificación al menos con una de ellas. Y si no te sucede con las historias de amor, por lo menos encontrarás fascinante, especialmente si has estado en París, el tour por esos espacios por los que alguna vez tú mismo caminaste y que en esta película adquieren una característica muy personal, muy íntima. De lo más recomendable: la historia de Tom Tykwer estelarizada por Natalie Portman... personalmente, me encantó. ¿Una más? La historia escrita por Gena Rowlands y dirigida por Gerard Depardieu... tremenda. Si de amor se habla...¿dónde si no en París?

2. EN SOAP
Conocida en México como "Mi deseo en tu piel" esta película es simplemente fantástica. Con un par de personajes centrales ricos en forma, fondo y matiz, se cuenta una bellísima historia de amor postmoderno con todas las posibilidades y limitantes que la misma ofrece. Sencilla, inteligente y entretenida, cuenta con un par de tomas y elementos cinematográficos que le dan una belleza impresionante. A pesar de ello, la película se muestra carente de pretensiones absurdas; se yergue como una historia sencilla pero cargada de pequeños detalles que la enrriquecen y le dan un valor especial. Además, la profundidad que alcanzan esos personajes perfectamente delimitados, combinado con unas actuaciones bastante verosímiles y conmovedoras, deja una sensación de personalización, empatía, sientes que les conoces, que les comprendes, que tienes algo que decirles o un abrazo que darles. Finalmente, la evolución gradual de los mismos marcando paso en la historia, hace de la misma un fluir de sensaciones en el que no te permites quitar los ojos de encima.

3. RICORDATI DI ME
Una historia, muchas historias. Si bien nos habla de todos los pormenores de un matrimonio contemporáneo, este film raya, por momentos, en el exceso de información. Bien, claramente: estamos frente a una película en la que encontramos una gran diversidad de actores, fenómenos, complejidades (dentro de su simpleza). Las actuaciones son buenas y, por supuesto, habrá quien esté interesado en ir a darle una vuelta sólo por echarle el ojo a una Monica Bellucci en uno de los papeles más trascendentales de la película. Sin embargo, por momentos parece demasiado extensa, mucho qué decir y poco tiempo para hacerlo, resultando en una visión más bien superficial de los personajes retratados. No todo es malo. Por momentos, llega a secuencias en las que causa risas, sonrisas y hasta frustración; vaya apela a las emociones y, probalemente, habrá a quien le causé mayor identificación y, por lo tanto, una cierta fascinación. Un film dominguero que vale la pena ver, aunque sea por la belleza del italiano en el que está hablado o porque habla de las relaciones del otro lado del charco (menos diferencias de las que uno esperaría...).

4. VANIGLIA E CIOCCOLATO
¡Válgame Dios! Y no veo otra mejor forma de empezar que con una frase cheesy para una película ultra cheesy. Desconociendo el trabajo del director Ciro Ippolito, me arriesgo a comentar que difícilmente volvería a entrar a una de sus cintas. Si no fuera por mi curiosidad natural, me hubiera perdido 2/3 de esta cinta que raya en el absurdo dramón tremendo a-lo-telenovela del 2. Lo peor no es que la historia caiga en el drama intenso (vaya, vi sin chistar y bastante conmovida "The persuit of happiness de Gabriele Muccino -director de Ricordati di me, por cierto-), sino la forma en la que lo hace. Musicalizada por el mejor amigo de una cajita de música de tiempos de mi abuelita, los personajes son inverosímiles, poco confiables y creíbles. La historia carente de sustento y de fondo. El super sexy bailaor Joaquín Cortés queda ridiculizado en interminables tomas en slow motion en las que muestra sonrisas de fábrica, acartonadas e innecesarias. Si bien es cierto que la protagonista es una mujer de tremenda personalidad y profundamente hermosa, los personajes son caricaturizados y absurdos. Aunque bien, hay otro factor que no estoy considerando. Quizás la intención era una historia en la que se apelara a los sentimientos de una forma tan pobre que resultara una comedia per se. En dicho caso: un éxito. Aunque... pensándolo bien... tampoco me hizo reir mucho...