miércoles, 20 de mayo de 2009

Problemas, here there and everywhere

(24 abril 2008)

Forzoso, tras un día terrible. Terrible, no escuchar forzosamente "here, there and everywhere" de The Beatles.
Desde que amaneció lo veía venir. Ya sabes, uno de esos días en los que cuando empiezas a tomar consciencia, una cosquillita te dice que será un día del asco. No te quieres parar de la cama, pero te obligas a hacerlo porque tienes que llegar a la obra a supervisar la situación. Si no llegaras, sabes, nadie se pondría a hacer lo adecuado, nadie podría entenderse con el de al lado y las cosas quedarían irremediablemente estancadas una vez más. Ni modo, mai, vas.
Y ya sin darle tantas vueltas, dejo que el agua caiga por mi cuerpo mientras el malestar me acongoja. Me visto con más flojera que ganas y no le pongo empeño ni a cubrir de negro mis castañas pestañas. LLego a la cafetería con cara de pocos amigos. Como algo de fruta con yogurt y granola. Decido hablarle a mi madre. Primera noticia de la mañana: "Ah... es queee... nos inscribimos al gym tu hermana y yo... si quieres ir, sólo tienes que pagar $1500 al mes, a ti no te lo podría pagar..." GRACIAS, MAI. NEXT.
Ya vas de malas, no lo puedes evitar. Admítelo, te sentirías igual. ES simple y sencillamente absurdo pensar que te la pasas estudiando, trabajando, haciendo y deshaciendo para que una persona que no mueve dos dedos sea cubierta de ventajas. No me malentiendas, no. No quiero ser miserable con mi hermana, sólo... me fastidia terriblemente que mi madre se someta a su voluntad sin medir las consecencias. Ok, la cosa es así; el gym le queda eternamente lejos a mi madre, pero es convenientemente cerca de mi hermana... que no hace nada (más que hacer la comida de la casa, diría mi madre). Not good for me.
Ya ni qué. Llego a la obra un poco fastidiada porque se la cantidad de cosas que esoys dejando rezagadas en casa. Ni siquiera siento deseos de hablar con el galán. Últimamente las cosas no van bien y... sólo... no tengo deseos de una pelea por ahora. No es huir, pues... sólo es... postergar los problemas para cuando tenga la fuerza y deseos de resolverlos. Ciertamente, ahora no es el mejor momento.
Ok, decido tomarlo con calma. Me pongo a resolver los pendientes habituales y a coordinar aquellas novedades del día a día. Carpintería en proceso: check. Plomería en avance: check. Instalación de las nuebas luminarias: check.
I. Me pongo a trabajar con el electricista para explicarle dónde van las nuevas luminarias de herrería. Problema 1: hay que hacer unas perforaciones en la viga para que los cables salgan en el punto exacto donde los quiero. Problema 2: hay que pintar algunas de las luminarias con esmalte negro. Everardo se pone a hacerlo sin problema sobre la cantera ya colocada. ¡Alto! A ver, chavo, hay que proteger el piso y los muros antes de pintar, no quiero que se derrame una sola gota sobre el piso o los muros. "Ok, arqui" contesa jubiloso y sigue pinte que pinte sus luminarias. A las dos horas paso por el exacto mismo lugar donde le dejé sólo para descubrir que, mientras el incidente de la inundación (VER II.) tomaba sitio, dejaron el esmalte negra sin atención y el mismo se derramó sobre la cantera y el muro blanco. Nótese que ya estaba histérica, así que, dando alaridos, me pongo a frontar los muros con thinner hasta que baja la concentración de negro y pido al electricista que raspe las soleras, la cantera y los muros para quitar el esmalte.
II. Estoy sentada anotando pendientes y asuntos financieros mientras espero la hora de la comida. Llega uno de los barnizadores y me pide le acompañe. Antes de entrar a la recámara principal voltea y me dice "Respire hondo, arquitecta". Algo terrible se avecina y lo veo venir. La recámara esta perectamente inundada. Las bases de madera para los pisos están cubiertas de una gruesa capa de agua que sale sin cesar del vestidor ya barnizado. El jefe de los barnizadores esta, con los pantalones remangados, sumergido en la regadera tratando de destapar el drenaje. Frenética, corro pidiendo que cierren las llaves de agua y regreso al lugar del crimen armada con sólo un trapo. Me remango también los pantalones y me sumerjo a tratar de mantener los muebles de madera secos. Pido ayuda a los carpinteros y entre 10 de ellos y yo nos lanzamos al abordaje. Con palas, cubetas, un precario trapeador y muchos trapos, secamos por fin las recámaras. Una vez terminado el asunto, me levanto, furiosa y pido a los carpinteros de vayan a comer tras darles las gracias. Me quedo sola con el Velador y los dos de instalaciones. Pregunto al plomero (al mismo que había visto reir "discretamente" mientras me miraba frotar histérica los muebles - y que fue el mismo que causó el problema, en primer lugar-) la causa del problema y responde vagamente lo que levanta mi ira, y vuelvo a preguntar, más específica pero también más molesta. Al parecer encuentra muy gracioso mi estado, porque comienza a reir bajito. Ya completamente fuera de mi, hablo de lo irreal que es que, a dos semanas de entregar la casa el drenaje no sirva. El plomero, sin siquiera disimular, rie con mayor descaro mientras más subo el volumen. "'¡¿Le parece muy gracioso?!" pregunto perfectamente iracunda. "Si" contesta entre risas sueltas el muy desgraciado. "Gracioso te va a parecer que no te quiero volver a ver en esta obra" le digo, finalmente, antes de salir de la habitación. Más tarde, hablo con su jefe, no me interesa que se quede sin trabajo, sólo no lo quiero en la obra que yo coordino. Que lo acomode en otro sitio. Si yo le vuelvo a ver, no me tentaré a correrlo por mi misma.
III. Estoy completamente cansada y defraudada. Las manos hechas trizas, sentada en mi banco y recargada en la mesa. Me siento abatida. En serio no es posible. Pintura en los muros, agua corriendo por la casa queriendo hacer de la misma una extensión del lago que bordea el jardín... ¿Qué más podría pasar? Ok, no hubiera preguntado. Más tarde en formular la idea en mi cabeza, que en llegar Ricardo, el jefe de los barnizadores a pedirme que vaya a checar un mueble de maderam ya barnizada que se encuentra completamente arañado. Descubriríamos, más tarde y tras elucubraciones sobre si había sido intencional o no, que habría sido el velador mientras arreglaba unos detalles con masking tape. El mismo masking tape que lastimó el mueble y lo astillo en varios sitios.
Para colmo, ya no comí, tenía un dolor de cabeza de cuidado y estaba profundamente nefasteada. Forzoso, tras un dia terrible. Terrible, no escuchar forzosamente "Here, there and everywhere" de The Beatles.

To lead a better life,I need my love to be here.Here, making each day of the yearChanging my life with a wave of her handNobody can deny that there's something there.There, running my hands through her hairBoth of us thinking how good it can beSomeone is speaking but she doesn't know he's there.I want her everywhereand if she's beside me I know I need never care.But to love her is to need herEverywhere, knowing that love is to shareeach one believing that love never dieswatching her eyes and hoping I'm always there.I want her everywhereand if she's beside me I know I need never care.But to love her is to need her.Everywhere, knowing that love is to shareeach one believing that love never dieswatching her eyes and hoping I'm always there.I will be there, and everywhere.Here, there and everywhere....

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