miércoles, 20 de mayo de 2009

Entre caramel frapuccino y mocha blanco

(16 mayo 2008)

Estoy sentada en una mesa de la planta baja. No, no me atrevía subir esas escaleras tantas veces recorridas porque, desde que entré por la puerta, sabía que sería una mala idea.
No quise ver la terraza en la que compartíamos tardes infinitas discurriendo de amores y desamores, libros, cultura, drama. Ni siquiera toleraría ver el tejido del sollón en el que siempre reposábamos contentas poniéndo en tu lap a Depeche, The Cure, Franz, Cat Power, mi "Girl from Ipanema"... llorando con tu "Kiss from a Rose" y aventándome por la ventana con ese correoso "Aunque no sea conmigo".
Te extraño un chorro. Hay tantas y tantas cosas que quisiera poder contarte. Se que es tan complicado. Lo que se hubo roto, vaya. Es... no sé...
Estoy con Hugo, ¿sabes? Vaya, si llegaste hasta este punto, lo sabes. Ya te acuerdas, el periodista. Tenemos una relación muy peculiar. Lo adoro y todo eso, sólo... a veces nos cuesta trabajo entendernos. Él es muy conciso y real, yo estoy rellena de sueños e ideas itinerantes, pero eso ya lo sabes.
Y me titulé... ¡Ya soy toda una arqui! Tuve 10 en mi tésis... Estoy trabajando en un despacho muy muy muy importante (y muy snob, pero me encanta lo que hago). Mi jefa es una persona estupenda y todas las que trabajan conmigo son como yo, así que tengo muchas nuevas amigas. No como tú.
¿La verdad, la verdad? Me has hecho mucha falta. Pero qué te puedo decir que no sepas. Todo dicho.
Y sólo hoy, en este espacio en el que no había una sin la otra, fue absolutamente innegable. Como no había sido nunca tan fuerte la sensación desde hace 1 año y meses que no te veo.
¿Sabes? El caramel frapuccino no sabe igual. Le falto mocha blanco...

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